Monóxido de Carbono (CO) relaja a los habitantes de las áreas urbanas



FUENTE | SoloCiencia

"El monóxido de carbono CO catalogado como un "asesino silencioso" ahora se conoce que es un relajante para quienes habitan zonas urbanas"

Al monóxido de carbono se le ha apodado el "asesino silencioso" porque es difícil de detectar si no va acompañado de otras señales, y porque su inhalación excesiva es letal, ya que envenena al sistema nervioso y al corazón.

Ahora, en un hallazgo que puede sorprender a mucha gente pero que tiene su lógica, el equipo de Itzhak Schnell del Departamento de Geografía y Entorno Humano de la Universidad de Tel Aviv, Israel, ha descubierto que niveles bajos de este gas venenoso pueden tener un cierto efecto narcótico que mitiga en los habitantes de zonas urbanas congestionadas el nerviosismo inherente a situaciones típicas de la vida cotidiana en esa clase de entorno, como por ejemplo, el alto nivel de ruido.

La mayoría de las estaciones de observación del medio ambiente se encuentran emplazadas fuera de los estresantes centros de las ciudades, en zonas periféricas o campestres donde agentes contaminantes tales como el tráfico de vehículos alimentados por combustibles fósiles son significativamente menores, lo que da lugar a datos distorsionados.

El enfoque adoptado por el equipo de Schnell ha sido medir ciertos efectos que experimenta la gente al permanecer en un ambiente urbano.

A tal fin, los investigadores pidieron a 36 individuos sanos con edades de entre 20 y 40 años que pasaran dos días en Tel Aviv, la ciudad más transitada de Israel. Los sujetos de prueba recorrieron varias rutas, a través de las muy concurridas calles, pasando por restaurantes, centros comerciales y mercados, mediante transporte público y privado o a pie. Los investigadores siguieron el impacto en los sujetos de cuatro factores estresantes ambientales diferentes: la carga térmica (calor y frío), la contaminación acústica, los niveles de monóxido de carbono, y la carga social (el agobio de estar rodeado por una muchedumbre).

Los participantes informaron sobre cuán estresantes fueron sus experiencias, y ello se corroboró con los datos obtenidos de sensores que medían el ritmo cardíaco y los niveles de contaminación. La polución acústica se manifestó como la causa más importante de estrés.

El hallazgo más sorprendente del estudio llegó al analizar los niveles de monóxido de carbono que los participantes inhalaron durante su visita a la ciudad, y comparar su perfil con el de otros parámetros. Ese gas, aparentemente, tuvo un efecto narcotizante en los participantes, contrarrestando el estrés causado por el ruido y la aglomeración de gente.

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