"Oficialmente Samoa paso del 29 de diciembre al 31 de diciembre en un abrir y cerrar de ojos"
El fin de semana llegó más pronto para esta nación insular del Pacífico Sur.
El jueves, cuando el reloj llegó a la medianoche, el país se saltó automáticamente la fecha al sábado, al adelantar los relojes 24 horas y poner los calendarios en 31 de diciembre.
Los samoanos se reunieron en torno de la torre del reloj en Apia, la capital, para atestiguar el momento, y aplaudieron entusiastas cuando llegó la medianoche, en medio de un ulular de sirenas y del estallido de fuegos artificiales. Numerosos automovilistas dieron vueltas alrededor de la torre, mientras hacían sonar las bocinas de sus vehículos, y se realizaron ceremonias de oración en todo el país.
Samoa buscó alinear su zona horaria con la de sus principales socios comerciales en la región Asia-Pacífico, al moverse imaginariamente al oeste de la línea internacional de la fecha en el globo terráqueo.
El salto de día significa que los 186.000 ciudadanos de Samoa, y los 1.500 en los tres atolones Tokelau, dependientes de Naciones Unidas, figurarán ahora entre las primeras personas del mundo en recibir el Año Nuevo, y no entre las últimas.
La modificación se realizó 119 años después de que los comerciantes estadounidenses convencieron a los samoanos de alinear el huso de su isla con el de la cercana Samoa Estadounidense, para facilitar su comercio con California.
Pero este huso horario ponía a Samoa y a Tokelau casi un día detrás de las cercanas Australia y Nueva Zelanda, que son socios comerciales cada vez más importantes.
En junio, el gobierno samoano aprobó una ley para mover imaginariamente las islas al oeste de la línea que separa un día del otro en el globo terráqueo, y que va de norte a sur a través del Océano Pacífico. Un decreto presidencial dispuso que todas las personas que debieron haber laborado en el viernes inexistente recibirían su salario íntegro correspondiente a ese día.
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