La cromoterapia es una técnica de medicina alternativa que utiliza los colores para diagnosticar o tratar ciertas afecciones pero debe hacerse con un especialista.
Entre las técnicas que existen como alternativa para el tratamiento de algunas enfermedades, está la cromoterapia o el uso de la energía de la luz por medio de los colores como método de armonización, curación natural, como antidepresivo, estimulante y regenerativo.
La cromoterapia no es nueva, las antiguas culturas de China, la India y Grecia la utilizaban. Estas culturas utilizaron el color en diversas medidas en la arquitectura, el agua, el brillo de la luz a través de cristales y la molienda e ingestión de gemas en polvo. Las habitaciones del templo de Heliópolis, por ejemplo se diseñaron de forma que los rayos solares se descompusieran en los siete colores del espectro y fueran útiles para la curación. En las mezquitas de Irán se utilizaron azulejos vidriados de diferentes colores para la inspiración y purificación del espíritu.
Sin embargo gracias a la comprensión de qué es la luz y cómo se puede aprovechar mejor su energía a través de su descomposición y formación de los colores, la tecnología utilizada para aplicarla adecuadamente ha mejorado notablemente, los productos son más pequeños y más efectivos para lograr un respuesta más rápida y permanente.
La naturaleza se basa en el equilibrio dinámico que también se observa en el cuerpo humano. El áurea es parte del espectro electromagnético que contiene energías, desde los rayos cósmicos hasta las ondas de radio. La luz del sol, o luz del espectro completo, contiene todas las longitudes de onda del color, desde el ultravioleta hasta el espectro visible, incluyendo el infrarrojo. El efecto de la luz solar durante el invierno, es una muestra del papel que desempeña el color sobre nuestra salud.
Según las personas que practican esta técnica, algunas enfermedades pueden ser "causadas" por la falta de un determinado color en el cuerpo y sus sistemas y se basan en que los colores corresponden a vibraciones que tienen velocidades, longitudes y ritmos de ondas diferentes que ejercen una influencia física, psicológica y emocional en cada uno de nosotros, y aunque no somos concientes de ello, los colores permiten a nuestra energía vital el tener un estado que facilita la "autosanación".
Esto se logra a través del reestablecimiento del equilibrio que logra la aplicación del color faltante que se requiere a través de la utilización de luces en el cuerpo.
Muchas investigaciones se han realizado al respecto, y entre los resultados obtenidos se ha visto que el rojo, naranja o amarillo son astringentes, el azul ayuda a la extroversión y el rojo permite la introversión. Ciertos colores como el rojo y el naranja hacen subir la temperatura de una habitación y son los llamados colores calientes, mientras que otros como el azul, el índigo o el gris son colores fríos.
Entre los efectos curativos de cada uno de los ocho colores que utiliza la cromoterapia están los siguientes:
Rojo: Es un color que proporciona calor y energía, lo que permite aumentar la tensión sanguínea. Se utiliza en el tratamiento de enfermedades como la presión arterial baja, las parálisis, el reumatismo y la anemia. Es estimulante del hígado y la circulación de la sangre. Ayuda en el tratamiento de la bronquitis, de la impotencia y del reumatismo y emocionalmente estimula el espíritu.
Escarlata: Es un color vasoconstrictor. Estimula los riñones. Aumenta la tensión sanguínea. Es el color de la sensualidad y ayuda a controlar la tristeza.
Naranja: Es un color antifatiga, que estimula a los nervios y al sistema respiratorio, es beneficio en el tratamiento de cálculos renales y de vesícula, así como de hernias. También es eficaz para estimular la producción de leche materna después del parto y ayuda a la fijación del calcio. Favorece el optimismo y una buena relación entre el cuerpo y el espíritu.
Violeta: Su aplicación es beneficiosa en el tratamiento de trastornos emocionales y nerviosos, insomnio y artritis. Tiene buenos efectos en el tratamiento de la ciática, epilepsia, contracturas musculares y anemias. Disminuye la angustia, las fobias, el miedo, el enojo y la violencia.
Amarillo: Es un color laxante, diurético y estimulante para el cerebro. Es benéfico para el tratamiento de diabetes, estreñimiento, trastornos renales y hepáticos e infecciones de la garganta. Da energía al sistema digestivo y tono a los músculos. Estimula el intelecto, ayuda en la fatiga mental, en la tristeza y melancolía.
Púrpura o índigo: Es un excelente color estimulante, útil en el tratamiento de trastornos del estómago, la piel y la migraña. Tiene un efecto benéfico en los ojos (cataratas) y los oídos así como en el tratamiento de la frigidez, es un vasodilatador.
Verde: Este color se considera como un tranquilizante suave y es benéfico en el tratamiento de úlceras, gripe, resfriados, trastornos sexuales, cáncer y enfermedades inflamatorias. Es un color sedativo, que permite el reposo y fortifica la vista. Disminuye la tensión y ayuda a mejorar las úlceras. Calma el insomnio, la nerviosidad y el enojo.
Azul: Se considera un color sedante que alivia el dolor, reduce el sangrado y favorece la cicatrización de las heridas y quemaduras. Es eficaz en el tratamiento de cólicos, asma, trastornos respiratorios, hipertensión arterial y trastornos de la piel. Ayuda contra la fiebre, es antiséptico y astringente. Es un color refrescante que ayuda en el tratamiento de asma, en el control del exceso de peso y en la celulitis. Emocionalmente combate el egoísmo y proporciona un efecto de paz y tranquilidad.
IMPORTANTE: El contenido de esta nota es informativo y no suple el diagnóstico o tratamiento médico indicado profesionalmente.
Fuente: ESMAS
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