Occidente trata de estrangular la economía de Irán. Las sanciones en su contra están cerca de conducir al país a un colapso alimenticio. La República Islámica tiene que intercambiar trigo por petróleo y oro, según la agencia Reuters citando a los exportadores de cereales.
Debido a la falta de capacidad de pago de los contratos firmados con anterioridad, Irán también tiene dificultades con el suministro de aceite de palma, arroz, maíz y té indio. Los problemas con las divisas que entran en el país con la venta de petróleo los generaron las sanciones económicas contra la República Islámica.
A finales de enero los principales bancos europeos congelaron los fondos para los suministros de alimentos de este país. Y Estados Unidos y Europa están dispuestos a tomar medidas en contra de las empresas y los bancos que utilicen el euro y el dólar en el comercio con Irán.
Hasta la fecha, ninguno de los bancos de la UE financia la entrega de cereales a Irán. Los empresarios locales están tratando de hacer pagos directos, pero estos no se pueden llevar a cabo con transacciones de gran volumen. Teherán importa anualmente alrededor de 4,5 millones de toneladas de cereales.
Anteriormente la Unión Europea aprobó sanciones económicas contra Irán y el embargo de su petróleo. Los países europeos no son los únicos compradores del petróleo iraní, pero esta es una buena fuente de euros y dólares, necesarios para los cobros y pagos internacionales de Teherán.
Las principales dificultades para las empresas iraníes comenzarán a partir del 1 de julio. Será entonces cuando entre en vigor la prohibición para la compra de materias primas en Irán. Por el momento, el país continúa llevando a cabo el comercio de combustible.
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RT Actualidad
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