La inglesa Marie Eaton, de 42 años, era la mujer más gorda de su país. Hace dos años, pesaba 318 kilos, 31 más que su pareja y sus cuatro hijos juntos. Alarmada por los problemas de salud, y ante las dificultades que se le presentaban en su vida normal -no podía ni subir las escaleras- decidió tomarse en serio una dieta.
Nada de Dukan ni “dietas milagro”. Eaton ha demostrado que no hay secretos para mantener un peso saludable. “El mejor truco para adelgazar es comer sano y comer menos, siempre con un poco de disciplina”. Con esta fórmula, ha perdido 122 kilos y posa orgullosa ante las cámaras con uno de sus antiguos pantalones y delante de su familia.
En su adolescencia, Eaton llegó a ser una joven normal que pesaba 57 kilos a los 16 años. Pero todo cambió cuando vio morir a su madre en sus brazos.
Según confesó al diario británico The Sun, a partir de ese momento comenzó a comer de forma compulsiva hasta que, 24 años después, llegó a pesar 318 kilos. Tenía 42 años, un marido, cuatro hijos y enorme problema. “Pesaba 31 kilos más que toda mi familia junta”, reconoce Eaton. La mujer reconoce que llegó a beber litros de gaseosa y a comer 48 euros de comida basura en una noche.
Eaton ya no podía ni subir las escaleras de su propia vivienda y por ese motivo ella y su marido tuvieron que empezar a dormir en el sofá de abajo. Además, comenzaron los problemas de salud propios de la obesidad mórbida.
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