La inglesita, acá vestida de mujer, junto con un amigo. De noche se hacía el macho.
Una británica de 19 años usaba ropa de hombre para poder intimar con sus compañeras, de las que se sentía muy atraída a nivel físico. Con sus ardides, logró acostarse con dos chicas, utilizando un condón en un objeto que llevaba en forma de pene.
Una chica de 19 años llevaba una doble vida y se disfrazaba de varón para salir con sus propias amigas, por las que se sentía atraída sexualmente, informa impre.com.
Gemma Barker se ponía ropa de hombre y se adjudicaba identidades falsas para poder tener encuentros sexuales con sus víctimas de 15 y 16 años, llegando a confundir a sus amigas y a las familias de estas al posar como tres adolescentes diferentes.
Solamente cuando fue arrestada disfrazada de uno de sus personajes, Aaron Lampard, por sospecha de asalto sexual, y le quitaron la ropa, la policía descubrió su verdadera identidad.
Las dos víctimas que fueron engañadas por Barker tuvieron encuentros sexuales con ella, creyendo que era un chico llamado Lampard, Connor McCormack o Luke Jones. Para lograr que la creyeran varón, Barker usaba diferentes sombreros, suéteres con gorro y ropa holgada, y caminaba y hablaba como una persona del sexo masculino.
Pero el caso de Barker no es único en su clase. Samantha Brooks fue acusada de obtener contacto sexual con dos mujeres entre 2007 y 2009, haciéndose pasar por hombre.
Según las acusaciones, a ambas mujeres les dijo que sufría de cáncer testicular y por eso no podía dejarse manipular el pene. Además, les ocultó sus pechos diciendo que había sufrido quemaduras en la espalda y por eso tenía que llevar vendado el torso.
Para sostener encuentros sexuales se colocaba un condón en un objeto que llevaba en forma de pene, sabiendo que de otro modo no habrían consentido en tener intimidad con ella.
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