Condenada por conducir ebria y robar un collar de una joyería, la actriz limpia una morgue de Los Ángeles. Además, en las últimas horas salió a desmentir la versión periodísitica que aseguraba que la artista había chocado con su auto y se había dado a la fuga.
“Es todo una completa mentira. Sólo estaba invitada al cumpleaños de un amigo, al que ni siquiera fui porque me daban pánico todos los paparazzi que iban a estar allí. Las acusaciones falsas, son realmente absurdas”, aseguró Lohan, al desistir de la exclusiva fiesta en The Sayers Club, en Hollywood.
Un día después, se la pudo ver a Lindsay llegar con su auto marca Porsche, su nuevo cabello colorado y de buen humor a la Morgue Judicial de Los Angeles, dispuesta a cumplir con su trabajo comunitario en ese lugar.
Lindsay se encuentra cumpliendo con lo que le ordenó la Justicia, al encontrarla culpable de varios delitos, que ya la convirtieron en una de las actrices más problemáticas del momento.
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