Atención que la cosa se pone seria, porque el señor Palmer no es un “don nadie” sino un miembro activo del Partido Liberal y acaudalado hombre de negocios que, por poneros un ejemplo, ha puesto un pleito a la cadena de Hoteles Hyatt, en torno a un hotel de su propiedad.
El asunto estalla en una rueda de prensa en la que Clive Palmer denuncia que la campaña legal de Greenpeace de 6 millones de dólares para detener la explotación de una mina de carbón está financiada por la CIA vía la Fundación Rockefeller .
Expone datos conocidos como la Comisión Church que demostró en los años 70 estos vínculos entre la izquierda y la CIA.
Clive Palmer asegura que Greenpeace es un tentáculo del gobierno de los Estados Unidos para impedir la competencia del sector del carbón australiano.
El líder ecologista Drew Hutton ha negado “tener conocimiento” de que Greenpeace haya recibido dinero procedente de la Fundación Rockefeller.
Hace ya casi dos años quepublicamos una auditoría a la organización ecologista en Estados Unidos que mostró que Ted Turner, las petroleras y Rockefeller sostenían económicamente a esta organización “izquierdista”.
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