Un equipo de astrofísicos europeos detectaron gigantescos tornados magnéticos en la atmósfera del Sol que calientan el gas de su capa superior hasta un millón kelvin, según un artículo publicado en la revista Nature. Los especialistas, encabezados por Sven Wedemeyer Boehm de la Universidad de Oslo, observaron la superficie del Sol y de su atmósfera a través del observatorio orbital SDO.
Los torbellinos en la cromosfera, la capa media de la atmósfera solar, que se parecen a los tornados terrestres, atrajeron la atención de los astrofísicos. En total, fueron detectados 14 fenómenos de este tipo. Al estudiar su estructura y su influencia en la corona (la capa superior de la atmósfera) y la capa magnética solar, los especialistas detectaron que la aparición de los torbellinos gigantes en la cromosfera estaba acompañada por la formación de estructuras parecidas en las capas inferiores de la corona. Su diámetro alcanzaba 1.500 kilómetros, lo que supera miles de veces los tornados terrestres más grandes.
Los astrofísicos señalan que la base de los supertornados son unas gigantes protuberancias del campo magnético solar en forma de una espiral irregular. El gas de la capa superior de la cromosfera y de la capa inferior de la corona, atrapado por el tornado, empieza a circular por las líneas de fuerza de la espiral magnética acelerándose paulatinamente y calentándose hasta un millón kelvin.
Los investigadores afirman que la energía de estos tornados tiene que ser suficiente para calentar el plasma en la corona solar hasta su temperatura actual. No obstante, estos procesos pueden funcionar solo en las partes del Sol donde no hay manchas y, por lo tanto, no se realizan los procesos físicos vinculados con ellas.