"Dos grandes buques de desembarco -"Nikolái Filcyhenkov" y "César Kunikov"- se preparan para zarpar en una misión no planeada hacia el puerto sirio de Tartus para "garantizar la defensa de los intereses nacionales de Rusia en el país árabe".
Dos buques de desembarco concluyen los preparativos para zarpar hacia el puerto sirio de Tartus con el propósito de "garantizar la defensa de los intereses nacionales de Rusia en el país árabe", anunció hoy lunes un portavoz del Estado Mayor de la Armada rusa.
"Dos grandes buques de desembarco -"Nikolái Filcyhenkov" y "César Kunikov"- se preparan para zarpar en una misión no planeada hacia el puerto sirio de Tartus. Serán acompañados por un buque remolcador de rescate SB-15", ha apuntado el oficial de la Armada a la agencia Interfax.
El puerto sirio de Tartus, que acogió una base soviética en tiempos de la Guerra Fría, es actualmente un centro de mantenimiento y abastecimiento para la Flota rusa del mar Negro.
Supone un importante apoyo geoestratégico para Moscú. No solo es la única base naval que Moscú tiene en el Mediterráneo, sino que además está en pleno corazón de Oriente Medio.
Y es que Rusia tienes seis buenas razones para apoyar al régimen de Bashar al Asad a capa y espada, que puedes consultar
Rusia tiene seis buenos motivos por los que le interesa defender al sirio Asad a capa y espada
31/05/2012 07:00
María Torrens Tillack
Rusia es el mejor aliado que tiene el régimen de Bashar al Asad en la actualidad. No solo porque ejerce su derecho a veto para que la ONU no emprenda acciones más decididas contra el Gobierno sirio (como también hace China), sino porque se está erigiendo en el más firme defensor de su histórico amigo aún después de la matanza de más de 100 civiles en Hula.
1. Venta de armamento:
Siria es el principal importador de armas rusas en Oriente Próximo, según la propia agencia de noticias estatal de Rusia, Ria Novosti. “Suscribió con Rusia una serie de importantes contratos militares, entre ellos, la compra de 24 cazas MiG-29M/M2, ocho grupos de sistemas antiaéreos Buk M2E, así como sistemas de artillería costera Bastion con misiles antibuque supersónicos Yajont”, informaba recientemente.
Son más de 4.000 millones de dólares en contratos de armamento del Kremlin con Damasco, según un artículo del Moscow Times de 2011 que citaba al Ministerio de Defensa. Y ya perdió una cantidad similar en contratos armamentísticos y de otro tipo en Libia, según el think tank Carnegie Endowment for International Peace.
Los últimos grandes encargos a Rusia a finales de 2011 fueron 50 aviones de combate (de ellos, 36 Yak-130 por valor de 550 millones de dólares), informa el Instituto Internacional de Estocolmo para la Paz (SIPRI).
Además, existen informaciones de la entrega de misiles antibuque, misiles aire-aire (que sirven para destruir otra aeronave) y otras armas en 2011 y 12.
Aún así, “quedan algunas dudas sobre la capacidad de Siria para pagar por la importación de estas armas [que se estiman en 1.500 millones de dólares]”, reconoce Paul Holton, director del Programa sobre la Transferencia de Armas de SIPRI.
Moscú no ha cancelado el suministro de armas al Gobierno de Bashar al Asad a pesar de los al menos 9.000 muertos que ha contabilizado la ONU en Siria desde el comienzo del conflicto hace más de un año.
“Se trata de los suministros [de armas] para el Gobierno legítimo de Siria”, justificó recientemente el portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, Alexandr Lukashévich. Sí reconoció que la situación actual requería un “control exhaustivo de estos suministros”.
Sin embargo, Holton apunta en un informe que “Siria y Rusia son reservados sobre sus acuerdos armamentísticos. [Por eso,] no sabemos si Rusia ha suministrado armas pequeñas y munición, el tipo de armas que se sabe que se están usando en la violencia en Siria”.
Eso sí, existen informaciones de la modernización de mil tanques T-72 (como los empleados por el Ejército sirio) y helicópteros de combate en los años anteriores a que estallara la revuelta.
2. Base naval geoestratégica:
La base rusa en el puerto de Tartus supone un importante apoyo geoestratégico para Moscú. No solo es la única base naval que Moscú tiene en el Mediterráneo, sino que además está en pleno corazón de Oriente Medio.
Sin embargo, el director en la sede de Moscú del centro independiente Carnegie Endowment for International Peace, Dimitri Trenin, relativiza la importancia de estas instalaciones. “Tartus es un complejo que repone suministros más que una base naval”, ha escrito en el International Herald Tribune.
Pero el pasado abril, antes de que se firmara el alto el fuego pactado a través de Kofi Annan que ninguna de las dos partes respeta, un buque guardacostas y destructor ruso llamado 'Smetlivi' pasó por el puerto sirio de Tartus para reabastecerse de agua, combustible y alimentos, según la agencia estatal rusa.
El buque llegó para llevar a cabo “misiones” frente a las costas sirias durante un mes mientras los países europeos reforzaban su presencia naval en la zona, según Ria Novosti. “Está equipado con misiles de crucero Urán, sistemas de misiles antiaéreos Volna, sistema artillero de 76,2 mm, lanzamisiles RBU-600 y lanzatorpedos de 533 mm”, añadía la información.
El despliegue naval de Rusia en el Mediterráneo pertenece a la zona de responsabilidad de la Flota del mar Negro (FMN). En la época de la URSS hubo en la región hasta medio centenar de buques y submarinos. Hoy esta Flota está compuesta oficialmente por:
■un buque de reconocimiento llamado Kildin en el Mediterráneo
■el petrolero Iman en Tartus
■el buque de guerra Smetlivi
■un buque taller PM-138.
3. Negocios gasísticos
Stroytransgaz es una empresa gasística rusa que este mismo abril finalizó la primera parte de un proyecto acordado con las autoridades de Damasco para construir una planta de gas natural.
Ahora está comprometida a seguir proporcionando su mantenimiento. Además ahora debe construir una segunda planta.
El jefe de la compañía rusa, Sergei Makarov, declaró el pasado abril que “a pesar de las dificultades que está afrontando la compañía actualmente [temporalmente evacuaron a su personal de la arrasada ciudad siria de Homs], no tenemos intención de restringir las operaciones en Siria”.
Stroytransgaz trabaja en Siria desde el año 2000. En este tiempo también ha llevado a cabo la construcción del Gasoducto Árabe con una longitud de 319 kilómetros.
4. Factor menor aquí, pero existente: el petróleo
Tatneft es una petrolera de la república rusa de Tartaristán, al oeste de Moscú. Colabora al 50% con la petrolera nacional siria en nuevos pozos petrolíferos desde abril de 2010. Cotiza en la bolsa de Londres.
El informe de los primeros meses de su actuación en Siria apunta que hasta enero de 2011 había producido 10.200 toneladas de petróleo, a razón de unas 80 toneladas diarias.
Aunque tras explotar la revuelta siria en la primavera siguiente, hubo informaciones de que Tatneft había abandonado el país, la petrolera se apresuró a desmentirlo.
Europa impuso las primeras sanciones petroleras a Siria en septiembre pasado (EEUU ya lo había hecho en junio).
El país gobernado por Bashar al Asad producía aproximadamente 401.000 barriles al día antes de que estallara el conflicto, según el World Factbook de la CIA. Aunque pueda parecer una cifra elevada a primera vista, lo cierto es que la industria solo suponía un 17% de la economía siria (mayoritariamente dedicada al sector servicios), según la misma fuente.
5. A por el liderazgo en los acuerdos comerciales
Rusia era en 2010 uno de los principales países importadores en Siria, según datos de la CIA. Pero no es de los primeros: Arabia Saudí era el principal importador con un 11,2%, seguido de China (10,1%), Turquía (7,6%), Emiratos Árabes Unidos (5,5%), Italia (5,5%) y Rusia en sexto lugar con un 4,6% estimado.
Tras el estallido del conflicto, Turquía e Italia le han dado claramente la espalda a Asad y los demás países enumerados también han condenado la represión, exceptuando a China. Así, Rusia se podría asegurar una de las primeras posiciones en los acuerdos comerciales no armamentísticos con Siria de cara al futuro.
Las exportaciones a Siria le reportaron a Rusia 1.100 millones de dólares en 2010 y las inversiones en el país se hicieron por valor de 19.400 millones de dólares, en total 20.000 millones de dólares, según el Moscow Times.
6. Viejos amigos
Durante la era soviética Iran, Irak y Siria fueron los aliados tradicionales en los que se apoyó la URSS. Así lo recuerda un informe de la Cámara de los Comunes sobre la Postura Militar de Rusia de 2009, que subraya que en el caso de Irán y Siria la alianza seguía siendo estrecha en el siglo XXI.
“El final de la Guerra Fría supuso un retroceso para la influencia rusa en Oriente Medio”, escribe Antonio R. Rubio Plo, en la revista especializada en Defensa Atenea.
“A Moscú sólo le resta su alianza estratégica con Siria e Irán, que se empeña en preservar contra viento y marea, aún a costa de las críticas y las presiones que recibe en la escena internacional”, opina Rubio Plo.
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