La financiación de grupos opositores en los países de la Alianza Boliviariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) es un intento de Estados Unidos (EE. UU.) de reproducir el escenario de la ‘primavera árabe’ en la región, opina el analista internacional Adrian Salbuchi.
Según el analista, Washington quiere empezar por “Ecuador, Venezuela, Bolivia”, es decir, “los países más reacios a alinearse con los EE. UU.” Salbuchi recuerda que, -“como hemos visto en Siria y en Libia”-, los norteamericanos llegan a “armar, financiar y entrenar a grupos opositores”.
Salbuchi concluye que “es una nueva forma de guerra” que “hay que seguir muy de cerca”, ya que -afirma- “es un mal indicio para toda la América Latina”.
El analista se expresó en estos términos tras darse a conocer la existencia de un flujo de dinero desde la organización estadounidense USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), hacia sectores antigubernamentales en Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.
Una investigación realizada en Ecuador analizó la actividad de los proyectos Ciudadanía Activa y Fortalecimiento de la Democracia, que recibieron financiación de EE.UU. por valor de 4,3 millones de dólares.
Entre las actividades previstas figura el aumento de su incidencia a través de talleres, foros, y de su estrategia de presión y vigilancia. La propia USAID confirmó su disposición para financiar a los grupos opositores en algunos países de la Alianza Bolivariana. RT