Este viernes los residentes del condado de San Diego, EE.UU., se vieron sorprendidos por un extraño sonido de origen desconocido a alrededor de las 12:45, hora local.
Para algunos, el misterioso sonido se asemejó a poco más que un portazo, mientras que para otros, fue un choque tan fuerte que hizo temblar los cristales de las ventanas. Sin embargo, el Servicio Geológico de Estado Unidos no reveló ninguna actividad sísmica en la región en ese momento.
Hace dos meses, cuando los habitantes de San Diego escucharon un sonido similar, el radar meteorológico de la zona captó evidencias del llamado ‘chaff’, una sustancia que a veces se emite durante ejercicios militares y que está formada por pequeñas y delgadas partículas de aluminio, fibra de vidrio metalizada o plástico metalizado. Pero este viernes no se ha detectado nada parecido.
El oceanógrafo Kristoffer Walker, sin embargo, ofreció una explicación del misterioso hecho. En su opinión, fue consecuencia de un temblor atmosférico que se produce a causa de una actividad militar rutinaria a una distancia considerable de la costa de San Diego, a unos 80 kilómetros. Normalmente, la gente no suele percibir estos sonidos, pero cuando la velocidad del viento alcanza más de 160 metros por hora, el sonido puede llegar a partes del condado de San Diego. Los representantes militares también revelaron información que coincide con esta teoría.