A media mañana ha saltado la noticia: el ministro de Defensa sirio, Dawoud Rajha, muere en un atentado suicida en Damasco. El autor se ha sabido en seguida: un guardaespaldas del círculo íntimo del presidente Asad se habría hecho explotar con un cinturón de explosivos en una reunión de varios ministros y del aparato de seguridad. Parecía que había otros altos cargos fallecidos.
La segunda gran víctima ha sido el cuñado del presidente Asad y viceministro de Defensa, Asef Shawkat. A lo largo de la mañana se ha rumoreado sobre la muerte o el estado crítico de otras dos personas: un antiguo ministro de Defensa, Hasan Turkmani, y el jefe de la Seguridad, Hafez Makhluf.
La fuente era sobre todo la tele estatal siria y miembros anónimos del régimen. Había dos cosas raras: uno, no había imágenes. En todos los presuntos atentados anteriores de los rebeldes sirios, los medios estatales publicaban en seguida fotos y vídeos del desastre. Hoy no. Aún ahora veo repeticiones de la noticia en la tele y las imágenes son de archivo o de momentos posteriores en Damasco. No han dado ninguna imagen directa.
Después de pasear por allí, la han llevado con otros periodistas a dar una vuelta con bus por la ciudad. Lo explica en su cuenta de twitter. Nada muy raro por el centro de Damasco. Esta es la última foto que ha tuiteado, en Bab Tuma, una de las puertas al barrio viejo, zona cristiana, y menos animada de lo que es habitual a esta hora.
Hoy no ha muerto nadie
Cuando he podido esta tarde, hace un rato, he hablado con mi fuente en Damasco, cercano a los rebeldes. Le he preguntado si sabía si habían muerto los altos cargos que decían. “Sí”, me ha dicho, “pero no hoy”. Sigue: “Murieron en un atentado el 22 de mayo”. Ese día hubo otro atentado con cinco muertos que no tuvo más repercusión.
El régimen habría esperado a publicar la noticia casi dos meses. ¿Por qué? “Porque estaban acercando a sus fuerzas a Damasco”. No tengo modo, por supuesto, de comprobar nada de esto, pero es plausible. “Aquí todo el mundo lo sabe”, me ha dicho mi contacto.
A esta hora hay noticias de ataques del ejército en varios barrios de la capital. He preguntado a mi fuente si creía que la guerra había llegado a Damasco: “Sí, ese es el plan”. ¿Y sois lo bastante fuertes como para enfrentaros? “Aún no, pero creo que podremos hacerlo”. ¿Crees que os atacarán con helicópteros y aviones? “Es posible”.
El régimen no puede estar tranquilo: saben dónde están los jefes y cómo se mueven, pero puede usar el ataque como una nueva excusa para ir con todo. Incluso, quizá, con armas químicas.
Cuando estoy a punto de colgar este post, estalla un autobús con israelíes en Bulgaria. Tras los recientes intentos iraníes en Georgia, Tailandia e India, no sería extraño pensar que ese ataque tuviera alguna relación para disimular lo que ha ocurrido en Damasco o asustar más a israelíes y americanos.
FUENTE http://www.obamaworld.es