La zona de Beverly Hills (Los Ángeles, California) fue la pasada noche el epicentro de un temblor que, aunque no ha provocó daños materiales, ha mantenido en
tensión a sus habitantes, especialmente por tratarse del segundo movimiento telúrico que sufre en menos de una semana.
El sismo de 3,5 grados en la escala de Richter de la pasada noche, que tuvo lugar a las 00.03 de la madrugada según el Instituto Geológico de Estados Unidos
(USGS), tuvo su epicentro a 1,6 kilómetros de Century City y a 3,2 kilómetros de West Hollywood, donde se sintió especialmente.
Provocó numerosas llamadas a la policía y a los bomberos, según confirmaron las autoridades locales, pero no dejó heridos ni grandes
desperfectos.
"No hubo problemas", dijo el sargento de policía Sean Dexter, según recoge la prensa local. "Fue un gran sacudida y se acabó", añadió. El USGS afirma
que unas 4.000 personas indicaron a través de su portal oficial que habían sentido el temblor. Otro terremoto de 3,2 grados azotó Beverly Hills también de madrugada el pasado lunes e hizo
saltar varias alarmas en comercios y viviendas.
En ambos casos el departamento de bomberos de Los Ángeles puso en marcha su protocolo para terremotos y mandó varias unidades por tierra y aire a
inspeccionar carreteras, puentes y otras infraestructuras clave, sin encontrar daños. En el condado de Los Ángeles residen unos 10 millones de
personas.