El río Yangtze, que atraviesa la ciudad del mismo nombre en el suroeste de China, se volvió de color naranja-rojo brillante ayer.
El río teñido de sangre tiene perplejas a las autoridades que están abocadas a investigar las causas de la repentina y misteriosa coloración.
No es la primera vez que un río se vuelve rojo en China: en diciembre pasado, el río Jian , en la ciudad de Luoyang, en la provincia de Henan, se puso rojo después de ser contaminado por un tinte de gran alcance vertido ilegalmente por el drenaje pluvial de la ciudad.
Por supuesto, no faltaron los profetas del apocalípsis que recordaron que en el capítulo 16, versículo 4 del libro bíblico de Apocalipsis, se dice que uno de los signos de que el Armagedón está cerca será un ángel vertiendo una copa sobre los ríos, y convirtiéndolos en sangre.