La actividad solar en el ciclo actual, el 24º, podría haber alcanzado su nivel máximo y estaría empezando a descender.
Eso indica que este ciclo estaría siendo uno de los más bajos en toda la historia de la observación de los ciclos solares y está cerca del ‘mínimo de Dalton’, afirma el empleado del Laboratorio de Astronomía de Rayos X del Sol de la Academia Rusa de Ciencias Serguéi Bogachiov.
"La actividad solar se mide tradicionalmente por el número de Wolf, que depende del número de manchas en el disco solar y el número de sus grupos", explica Bogachiov. El científico plantea la situación en la que nos encontramos: "A mediados del siglo XIX, llegaron a la conclusión de que este número varía cada periodo de 11 años, y desde el inicio de las observaciones se han registrado 23 de esos periodos. Si en el 24º la cantidad de manchas no supera la que hay ahora, este ciclo será el más ‘tranquilo’ desde el ‘mínimo de Dalton’", un periodo de baja actividad solar con una duración de alrededor de 40 años (entre 1790 y 1830), llamado así por el meteorólogo inglés John Dalton.
¿Qué significa esto para la humanidad?
El astrónomo cree que en el próximo año se producirá el reconocimiento general del hecho de que nuestra estrella ha pasado por el ciclo más bajo en los últimos 200 años. También hay discusiones sobre cómo evaluarlo: como una señal de un fallo de la actividad o como un ciclo relativamente normal, pero con una amplitud muy baja.
Según el investigador, esto no indica la proximidad de una catástrofe, como tampoco lo indica un nivel alto de actividad solar. "Para la ciencia, este estado del Sol, en cierto sentido, es aún más interesante, ya que el Sol activo está muy bien estudiado, pero sabemos poco sobre las estrellas de este tipo en depresiones profundas de su actividad", añadió Bogachiov.
Sin embargo, puede surgir una cierta preocupación por la posible influencia del nivel de actividad solar en el clima terrestre, ya que aún no se conocen bien las razones de los cambios climáticos. "Ahora se discute mucho la conexión entre el último fuerte descenso de la actividad solar en el siglo XVII, llamado ‘el mínimo de Maunder’ (el nombre dado al período de 1645 a 1715, cuando las manchas solares desaparecieron de la superficie del Sol), y un enfriamiento significativo registrado en aquel momento en Europa.
Sin embargo, incluso si estos eventos están relacionados, la situación actual no supone cambios inmediatos. Para ver cómo reacciona la Tierra a este descenso de la actividad, hace falta esperar unas décadas”, concluyó el científico.