El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este martes imponer nuevas sanciones a Corea del Norte, después del lanzamiento de un cohete de largo alcance el pasado mes de diciembre.
El Consejo ordenó congelar los activos del Comité Coreano de Tecnología Espacial encargado del lanzamiento y de otros organismos norcoreanos, así como restricciones de viaje fuera del país a varios funcionarios.
Pyongyang lanzó el pasado 12 de diciembre un cohete de largo que logró poner en órbita por primera vez en su historia un satélite de observación, algo que no ha gustado nada a Washington y la vecina Corea del Sur.
Además, el máximo órgano de decisión de la ONU prohibió viajar a Paek Chang-Ho, funcionario superior y jefe del centro de control de satélites del comité, y a Chang Myong-Chin, gerente general de la estación de lanzamiento de satélites Sohae. La prohibición de viajar afecta también a Ra Ky’ong-su y Kwang-il, del banco Tanchon Commercial Bank (TCB), que financia las actividades de KOMID, según el texto de la resolución.
El Consejo volvió a condenar el envío del cohete y exigió a Corea del Norte que no realice nuevos lanzamientos usando tecnología de misiles balísticos y que abandone sus programas nucleares de manera “completa, verificable e irreversible”.
La doble vara de medir de Naciones Unidas
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no dispone de un criterio definido a la hora de condenar y sancionar a los países que poseen armamento nuclear o realizan ensayos militares.
Por ejemplo, países como EEUU o Israel, que poseen cabezas nucleares y siempre se han negado a firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear, nunca han sido sancionados por el Consejo. Sin ir más lejos, Israel se negó el pasado 5 de diciembre a adherirse al Tratado sin consecuencia alguna.
Otros casos muy llamativos son los de Pakistán e India, conocidos aliados de Washington en la región, y que desde hace años protagonizan una carrera militar. Ambas naciones han realizado de manera pública y reiterada ensayos con cohetes nucleares de largo alcance. Estos lanzamientos nunca han sido condenados por resoluciones de la ONU ni han sido sujetos de sanciones económicas.
En noviembre de 2012 las Fuerzas Armadas de Pakistán llevaron a cabo un lanzamiento de prueba “exitoso” de un tipo de misil que tiene 1.300 kilómetros de alcance y capacidad para portar carga nuclear y no se produjo condena alguna.
El caso iraní
Cabe recordar que EEUU y la Unión Europea (UE) han iniciado un programa de sanciones contra Irán argumentando que el país islámico supone “una amenaza para el mundo” debido a su programa energético de carácter nuclear. El presidente Mahmud Ahmadineyad ha negado esas acusaciones en reiteradas ocasiones y ha invitado a Washington a mostrar pruebas firmes que confirmen dicha hipótesis.
Teherán denuncia que la verdadera razón por la que EEUU tiene a Irán como objetivo militar son sus recursos naturales. Las reservas de petróleo iraníes son las terceras más grandes del mundo con aproximadamente 136.000 millones de barriles. Irán es el cuarto mayor productor de petróleo y es el segundo productor de la OPEP después de Arabia Saudita.
Ante esta campaña mediática que busca criminalizar al Gobierno de Irán, el vicepresidente Mohammad Reza Rahimi, recomendó a la prensa occidental hacer un ejercicio de memoria para recordar que en toda la historia de la humanidad tan solo ha habido una potencia que se ha atrevido a lanzar dos bombas atómicas causando la muerte de miles de civiles inocentes. “Para aquellos que anden cortos de memoria, ese país es Estados Unidos”, advirtió Reza Rahimi, haciendo referencia a las dos bombas que EEUU lanzó sobre Hiroshima y Nagasaki el 6 y el 9 de agosto de 1945 y que provocaron la muerte de más de 200.000 personas.