Los
robots cada vez con mayor frecuencia forman parte de la vida cotidiana,
hasta tal punto que un niño británico ‘se radicó’ durante 2 meses en un
aparato para poder mantenerse en contacto con su familia mientras se
encontraba lejos de casa.
El año pasado los médicos informaron a los padres de Grady Hofmann,
de 8 años, que su hijo necesitaba un trasplante de médula ósea.
Después de una compleja cirugía el niño se vio obligado a someterse a
un periodo de rehabilitación en el hospital, pero debido a lo delicado
de su tratamiento Grady tuvo que ser aislado en una habitación, donde
solo podían ingresar los médicos y familiares más cercanos.
Al darse cuenta de lo difícil que sería para el pequeño este largo
aislamiento, sus padres decidieron regalarle un robot, gracias al cual
Grady podía estar virtualmente junto a ellos las 24 horas del día.
Los movimientos del dispositivo, equipado con una cámara y un
micrófono, eran controlados por Grady mediante un ordenador portátil
desde la habitación del hospital. De esta forma ‘el niño robot’ podía
trasladarse por la casa, ‘desayunar’ junto a sus padres y hermanos, ‘ir’
a la escuela e incluso ‘asistió’ a la fiesta de cumpleaños de uno de
sus amigos.
Terminada la rehabilitación, Grady dijo a la BBC que el robot le
ayudó a no perder las esperanzas durante su recuperación. Mientras sus
hermanos bromearon que con el aparato era más fácil “bajarle la voz a
Grady”.