En los arduos debates sobre Siria Obama tendría que hacer frente a las incómodas preguntas de algunos congresistas.
El congresista del partido republicano, Steve Stockman, ha pedido a Obama que responda a once cuestiones antes de hablarle a la nación sobre la situación en Siria Entre otras cuestiones, al republicano le gustaría aclarar qué garantías tiene el presidente Barak Obama para asegurar que después de la intervención Siria no se convertirá en otro ‘estado fallido’ como pasó con Libia; si puede la Administración Obama garantizar que después de la caída de Bashar al Asad Siria no será controlada por Al-Qaeda y extremistas afines; o por qué EE.UU. tiene que participar en crímenes contra la humanidad que cometen los rebeldes quemando aldeas de cristianos de Siria, destruyendo las iglesias y matando a los cristianos.
Stockman concluyó que, teniendo en cuenta todas estás consideraciones, está dispuesto a cambiar su opinión si Obama devuelve el Nobel de la Paz.
Como manifiesta otro miembro del partido republicano, Walter Jones, “existen serias dudas sobre la credibilidad de la Administración de Obama, en lo que concierne al uso del gas sarín en Siria. El presidente ha fallado a la hora de explicar cómo nuestra seguridad nacional depende de que nos involucremos en otra guerra civil en Medio Oriente, apoyando a los rebeldes islamistas radicales, cuando ha sido demostrado documentalmente que, además de otras atrocidades, ellos usaron gas sarín contra cristianos”.
Esta noche Barak Obama ofreció un discurso a la nación sobre el conflicto en Siria en el que se refirió a la propuesta formulada por Rusia a Damasco para que ponga sus armas químicas bajo control internacional. “Aún es pronto para saber si esta propuesta tendrá éxito”, dijo el presidente. Si hace unos días no había dudas sobre las intenciones de Obama a la hora de justificar una intervención militar, ahora el presidente no descarta una solución pacífica. Tras la propuesta rusa, que fue aceptada por el gobierno de Bahar al-Asad, el presidente Obama pidió a los congresistas que suspendan la votación sobre Siria para analizar posibles soluciones diplomáticas.