Krokodil es desomorfina, un derivado de la morfina pero entre ocho y diez veces más potente que posee efectos analgésicos y sedantes.
En Suiza se utilizó bajo el nombre comercial de ‘Permonid’ y sus consumidores sufren graves daños tanto en el sistema cerebral como también putrefacción de la piel de quien la consume.
Krokodil ingresa al cuerpo por vía intravenosa y puede ser preparada por los mismos consumidores quienes la describen a grandes rasgos como un coctel que mezcla petróleo, gasolina y codeína.
Esta droga proveniente de Rusia, el país donde más casos de victimas por el consumo de Krokodil se han reportado, ya revela los primeros casos en territorio norteamericano, algunos de los investigadores de esta devastadora droga narran testimonios de cómo los efectos de este alucinógeno “se come” vivas a las personas.
Uno de sus efectos y síntomas de los que la consumen es la aparición de escamas similares a las de los cocodrilos que causan corrosión al interior del cuerpo. Dichas escamas posteriormente se desprenden del cuerpo dejando al descubierto músculos y huesos que quedan expuestos al ambiente y son atacados por todo tipo de bacterias.
Las autoridades sanitarias en Rusia han revelado alarmantes cifras de consumo por parte de jóvenes. Krokodil hace que los vasos sanguíneos se estallen, causa daños graves en el cerebro como trastornos del habla y finaliza en gangrena en las extremidades.
Desomorfina o krokodil, prendió las alarmas en Rusia en 2010 por su elevada producción clandestina en el país. Esta es una catastrófica droga que acaba literalmente con la integridad física y mental de los que la consumen, cada vez más casos se presentan en el mundo y la cifra va en aumento.