San José, un viaje no programado (día 3)


Miércoles en San José...
En tres días ya me había gustado el lugar donde residía, así mismo como el la ciudad y su entorno. En la mañana me recuerdo comunicarme con mi mamá y mostrarle unos cafés que le había comprado para su deleite al llegar a San Salvador. Le comentaba de lo bonito del lugar y de como me había ido hasta ese entonces.

Sin embargo las noches en el cuarto eran de constante despertar para estar pendiente del celular y que la carga llegara a su cien por ciento y no tener problemas o quizás en el fondo extrañar mi cuarto y mi cama y quererlos trasladar un par de cientos de kilómetros hacia Costa Rica.

Venía a mi mente que ya me quedaban pocos días en San José y una cosa se me venía a la mente y era la de tener contacto con alguien de esa zona. Ya antes me había metido a una aplicación para conocer chicos pero me daba algo de temor ya que era el que visitaba no el que reside y siempre tener la precaución del caso. También había investigado lugares donde ir cuando estaba en San Salvador y se me venía a la mente 100 Celsius Lounge Bar y leía de otro que se llamaba Hispalis.




Bueno transcurría la mañana y me reuní con Mauricio para andar de nuevo en San José, me comentaba que este día al final miraría a su pareja al final del día para ir a cenar juntos.  Me dijo que lo acompañará a un  hacer unos mandados ahí por el Museo Nacional, ya después de ello nos iríamos a la zona de Escazu a conocer Multiplaza y bueno ver  lo demás de la zona, lo que se podía ver en bus.

Caminamos por uno de los suburbios ya alejándonos del centro para pode tomar el bus en la propia parada de bus. La caminadas de esos días ayudaban al ejercicio diario y créanme que si ayudaban pero el extrañar el desayuno era algo que tenía que trabajar en ello y poder mejorar aunque sea en pocos detalles.

Bueno nos subimos al bus y empezamos a recorrer su ruta, pasando por el Parque la Sabana y luego viendo a lo lejos el Estadio de la ciudad, también pasamos por un Pollo Campero para mi era el primero en ver aunque Mauricio me decía que ya habíamos visto uno por la Avenida Central a lo cual no me había fijado.

Luego de pasar por un puesto de peaje, el cual abunda en San José por mantenimiento de calles, me puse a pensar en lo afortunado de vivir en un país que no hace eso ya que Guatemala también lo hace en algunas de sus carreteras.

Al llegar a Multiplaza pude ver que no tenía tanto diseño llamativo como los otros que ya había visitado pero se miraba sobrio y colores tranquilos y me decía Mauricio que era porque los otros intentaban llamar la atención pero que este no necesitaba por las tiendas que adentro de el estaban.
Si que tenía razón!

Al entrar ahí pude constar que lo sobrio de afuera no tenía nada que ver con lo que había adentro, era un lugar enorme y me quedaba con cara de que ni el centro comercial con el mismo nombre acá en El Salvador era igual. Entrando se notaba el detalle en las tiendas ya sean restaurantes o de marcas de vestir y resaltaban los nombres habituales en el país. Al llegar no pude dejar de ver pero había que aprovechar la hora de almuerzo. No nos pudimos poner de acuerdo para almorzar lo mismo, así que el decidió ir a comer unos tacos y yo probar el famoso RostiPollos para ver como era ese pollo, les sabré decir que a mi lo que mas me gusta es el pollo y de ahí los camarones o cosas empanizadas con eso me hacen feliz.

Después de comer no pude dejar de notar que el food court del mall si no tenia mucha gracia como los otros pero eso es otra cosa, al menos había tomas corrientes para poder cargar el celular y eso era un ventaja que no iba a dejar de lado, sabiendo lo importante de tener cargado el celular.

Una de las cosas con las cuales me quede con ganas en San José era probar a Doña Dona pero me decía Mauricio que era algo que me iba a quedar en el diente ya que las donas que se miraban eran muy pequeñas y con los precios de allá ni se diga cuanto hubiera costado una de ellas.

En eso llegamos a una de las primeras tiendas que Mauricio quería visitar que era Pull & Bear, así que aprovechando que el estaba midiéndose ropa para comprar luego aproveche a cargar el celular y una chica de ahí me llevó a un lugar donde lo podía cargar mientras esperaba a Mau.

Luego fuimos a Zara en donde cuando el se media la ropa no pude dejar de ver a un chico que estaba ahí también buscado ropa, un chico rubio de muy buen ver y figura; y no podía dejar de verlo y note que tampoco le fui indiferente ya que me miro y tropezó conmigo, a lo cual me sonroje y me puse a pensar que el viaje me estaba ayudando a descubrir otras cosas. Porque estando acá si me pasaba eso no me percataba y se siente bonito ver que alguien te mira de reojo o te contesta la miraba con una sonrisa.


Para volver el día de ayer me sucedió lo mismo con un chico en La Gran Vía dicho sea de paso me plantaron pero no me molesto ya que pude jugar Pokemon Go un rato y aprovechar a caminar un poco.


... Bueno regresando a lo del viaje ya después de estar en Zara nos fuimos al último lugar que era Bershka todas las tiendas que habían acá, claro que había mucho más, luego de eso me fui al baño y al igual que en el food court no me pude dejar de ver el lujo que había ahí adentro y no pude dejar de pensar en lo engañados que nos pueden tener a nosotros los salvadoreños o la fuga de capitales que hay en el país para otros lugares porque el mall en el que estaba no era un mall de inversión completamente costarricense sino que era un mall franquicia de El Salvador y ver que ahí estaba mejor que el de acá me dejaba entre ver una decepción así los empresarios salvadoreños que no cumplen las reglas en el lugar donde sus empresas nacieron y ver como si se adaptan a las reglas del juego de otros países. Quiera o no a pesar del cambio constante de reglas y que la política en el país esta mal no quiere decir que todos hagan lo mismo y si al menos las empresas creyeran más en el país a pesar de las dificultades otro país tuviéramos. Bueno aunque en la realidad ya se empieza a ver un cambio positivo.

Estando ahí me contó Mauricio de que ya no se iba a reunir con su pareja y que tenía mas tiempo a lo cual yo quería ir a ver un rato a alguno de los saunas como el Hispalis para ver que ondas is había algo de acción. Pero al final nos regresamos a San José centro para poder ir a un Starbucks y comprar un café. Al llegar ahí pude ver que estaba lleno ya que estaban dando muestras porque era nuevo el lugar y pude llegar a cargar otra vez mas el celular para no quedarme sin carga en el regreso a casa.

Estando ahí como que la pareja de Mauricio si tenía tiempo y pues decidieron verse al final, así que después del Starbucks me decidí encaminarme hacia Hispalis para ver si la suerte nos hacia el buen rostro. Pues para llegar ahí tenía que caminar hasta el Museo Nacional luego girar hacia la derecha para luego caminar para San Pedro pero solo una cuadra después del museo hacia mano derecha siempre. Al llegar ahí pude ver que era un lugar muy bonito pero el cual es visitado mucho por personas mayores (hay si el joven hablando y ya tiene 28 años) pero me refería a mayores que mi y a mi siempre me han tendido a gustar las personas menores que yo o de mi edad. Camine y camine por un laberinto oscuro. Y otras parte del lugar, aprovechando que por timidez o porque no era del agrado de ninguno me fui a la piscina del lugar a estar un rato. Ya estando un para de mi minutos solo un chico me hizo caso pero no era de mi agrado, así que con las ganas me quede  y me tuve que regresar al Villas del Arco.

Ya sabiendo que ya tenía una cena preparada que había comprado cuando compre las cosas de mi mamá y que al calentarla en microondas era un casado de pollo muy rico el que me estaba comiendo.

De ahí me puse a chatear con un chico cuyo nombre solo dejare en N bueno hasta el último día lo supe, el cual me llamo la atención y quería que llegará a su casa en Heredia ( Villas del Arco queda en Heredia pero no me había dado cuenta pero igual la casa del él estaba muy retirada de donde estoy). Me decía que pidiera un Uber pero como no sabía como pedirlo o como usar la app me quede con las ganas ese día. Y me dijo que era un cobarde al día siguiente pero eso es historia para otro día.