Era 13 de marzo de 2017 (ver artículo) cuando Rusia ponía fin a la duda de los medios sobre su participación en Eurovision con la representante Yulia Samóylova, la cual sería la carta rusa para Kiev 2017.
Lo eventos que le precedieron a esa fecha marcaron la historia de un Festival de música en el cual la política mete sus intereses cuando lo ven necesario. Después de la decisión de Rusia por colocar a Yulia después de baneos por parte del gobierno ucraniano a varios artistas rusos por participar en conciertos en la Peninsula de Crimea desde que esta misma comenzó a formar parte del territorio Ruso en marzo de 2014, después de la crisis en Ucrania del año anterior y cuya misma anexión fue celebrada en mayo del mismo año.
Según las autoridades ucranianas cualquier artista ruso que haya entrado a Crimea sin los permisos del Gobierno de Ucrania no podía ser participe de Eurovision por haber infringido las leyes ucranianas.
Después de la elección de Yulia, el mismo baneó sufrió, lo cual conllevo a la EBU (ente organizador de Eurovision) a brindar soluciones a ambos países para que Yulia pudiera entrar al mismo festiva, entre las cuales se encontraba brindar una transmisión vía satelital desde Rusia (ver arículo), pero la misma fue vetada por Ucrania y después por la propia Rusia.
Ante la negatividad de la parte ucrania a no conciliar y también de Rusia por no presentar otra concursante que cumpliera con las reglas del festival se decidió la retirada y postulación de Yulia al festival de Eurovision de 2018 (ver artículo) que se celebrara en Portugal con el gane de Salvador Sobral la noche de mayo de 2017.
Es importante mencionar esto por las consecuencias (ver artículo) que trae consigo para el festival de Eurovision, ya que no es la primera vez que la política se hace eco en el mismo.
Mencionó esto ya que en la edición de este año tenía la esperanza que ambos países pudieran conciliar un acuerdo y mantener algo en común como es la música para hacer unión en lugar de separar. Una pena no ver a Rusia en Kiev pero esperando que ambas partes aprendan de los errores para no cometerlos de nuevo en el futuro.
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