El segundo Informe Mundial de la Felicidad, elaborado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN) y dado a conocer ayer, indica que el país más feliz del mundo es Dinamarca, seguido de Noruega, Suiza, Holanda y Suecia. El sexto puesto le corresponde a Canadá. España, por su parte, ocupa la trigésimo octava posición del ranking, que incluye a 150 países.
Según el documento, a nivel global la felicidad ha aumentado ligeramente en los últimos 30 años. Existen seis variables claras que afectan a las variaciones en la felicidad de los países con el paso del tiempo: el producto interior bruto (PIB) real per cápita, la esperanza de vida sana, el apoyo social, la libertad percibida para tomar decisiones en la vida, la percepción de la corrupción y lagenerosidad.
El informe muestra también que las personas felices viven más, son más productivas, perciben más ingresos y se comportan como mejores ciudadanos. Además, en los países desarrollados las mujeres son más felices que los hombres, y las personas de mediana edad son más felices que el resto. Por otro lado, el factor individual que más afecta a la felicidad de un país es la salud mental.
"Medir y analizar sistemáticamente la felicidad puede enseñarnos mucho sobre el modo de mejorar el bienestar mundial y el desarrollo sostenible", afirma Jeffrey D.Sachs, director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia y director del Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN). Al fin y al cabo, asegura, está comprobado que el bienestar de la población aumenta el desarrollo económico y social.