Esta historia la debo desde el año pasado, para completar un ciclo y terminar de contar una aventura que dio paso a otra más grande...
Era mi quinto día en San José, un viernes en la mañana cuando me levantaba de la cama del que era mi habitación en Ciudad Cariari en Alajuela cerca de San José, ya en la noche anterior mi amigo Mauricio me había comentado que no iba a poder acompañarme a Cartago ya que iba a salir con su pareja en ese día.
Me decidí a ir solo a esa ciudad que estaba ya retirado de San José aunque no pudiera regresarme en tren como me había dicho Mauricio, me fui a la parada de Ciudad Cariari en la Carretera Panamericana para tomar el bus a San José centro y desde ahí caminar hasta la otra mini terminal y tomar el bus a Cartago.
Eran ya como las 10 de la mañana cuando llegué al centro de San José en donde como cualquiera de los días anteriores tenía que seguir caminando hasta llegar pero antes decidí desayunar algo en un Mc Donald's que me quedaba de paso, ya que quería ahorrar unos cuántos colones para el día y también pensando que tenía que regresar a San Salvador el día sábado y que me quedaba una semana más de vacaciones en la cuál tenía que tener dinero.
Después de mi desayuno me fui a la terminal para tomar el bus que llevaba a Cartago, mi emoción era grande ya que podía salir de la ciudad por primera vez y así conocer más de Costa Rica. Al llegar Cartago pensaba en el lugar donde iba a almorzar y también los lugares que iba a visitar.
El primer lugar que fue a ver al no más bajar del bus fueron las Ruinas de Cartago, los lugareños de ahí cuentan que ahí se quería edificar la Basílica para la Virgen de Los Ángeles pero que a ella no le era de su agrado el lugar y en un terremoto la misma quedó en ruinas a lo cual se decidió moverse a su actual lugar.
Una vez habiendo visitado la Ruinas de Cartago me fui caminando hasta llegar a la propia Básilica de la Virgen de Los Angeles, un lugar muy bonito y una básilica muy grande y por dentro majestuosa, antes de entrar ahí decidí consumir un copo de crema como se le conoce allá a la minuta (término en El Salvador).
Al terminar de visitar la Básilica me decidí caminar hasta el Instituto Tecnológico de Costa Rica, a lo cuál tenía que seguir caminando hasta ahí antes de llegar ahí habían reparaciones de las calles, en la cuales me pareció raro ver que las cunetas de la calle donde van las aguas lluvias eran bien ondas y algo grandes y me ponía a pensar que alguien ya tomado bien se va en una de ellas.
Al llegar ahí vi que rentaban bicicletas pero tenía que tener copia de mis documentos a lo cual me tocó caminar de regreso a unas cuadras de la básilica a sacar copias y poder rentar la bicicleta si ningún problema. Estaba muy emocionado ya que tenía años de no andar en una y bueno ya tengo un año desde esa aventura. Bueno me decidía subirme a la bicicleta y mi primer pensamiento al ver como funcionaba el sistema de frenos dije: - este no es el tipo de bicicleta que solía manejar cuando era niño. Bueno, empecé a andar en la bicicleta y ha acostumbrarme al tipo de freno, en donde vi lugares como la laguna de arriba en eso iba bajando una cuesta y en eso venía un vigilante de la Universidad en moto a lo cual empecé a frenar ya que ella iba haciendo lo mismo, y al no haberme acostumbrado del todo al frenado choqué con ella y la moto de ella dio vuelta... y yo con una cara de apenado, ya que era mi primera vez en bicicleta en años y por no saber manejar la misma tuve el primero de varios accidentes de ese día. Todavía me pregunto cómo fue que no me lastime y ese era mi temor pero afortunadamente no paso a más el hecho y pude seguir andando en bicicleta hasta que salí del Campus en donde había una ciclo vía pero tenía que tener cuidado ya que había tránsito de carros y podía tener el mismo accidente pero con un carro, así que decidí dar una pequeña vuelta por la ciudad y mi mirada no podía detenerse al ver a los jóvenes de ese lugar y ver lo guapo que son.
En una de esas, viendo y por no fijarme bien me fue en una de las cunetas de la ciclo vía pero había caído en grama, a la vez que pude poner el píe a tiempo para no lastimarme todo, era ahí que con la pena de que me había caído que decidí terminar mi recorrido y dejar la bicicleta en donde la había rentado y buscar la marcha de regreso a San José.
Buscando en la información tenía que tomar el bus en una esquina según el mapa, más no sabía que tenía que ir a la terminal y no sabía donde esta quedaba. Caminaba entre la cuadra de donde era la paraba y no veía bus pasar, mi ansiedad empezó a crecer ya que camine a otra cuadra pensando que estaba en la equivoca y no era así cuando regrese vi el bus venir pero no hizo parada a lo cuál me desespere y empece a caminar para buscar el bus. Me decía ya te quedaste acá perdido sin saber como regresar.
En eso una señora noto mi desesperación ya que además de haberme perdido estaba lloviendo y me preguntó que si andaba buscando algún lugar y le comenté que había perdido pensando que el lugar de la parada era ese y me dijo ella que iba camino cerca de la terminal y me podía acompañar. Como que en esos momentos siempre hay buenas personas que te brindan una ayuda. Caminando con ella dijo que se llama Adriana y empezamos a hablar de nuestros países y que a veces mucha gente tiende a ver solo las partes bonitas de un país pero que también había pobreza y lugares no tan buenos de visitar en Costa Rica a lo cual le comenté lo mismo de El Salvador.
Entre otras cosas le dije a ella el por qué las cunetas eran tan profundas que bien uno ya tomado se va en una y me decía que era porque suele llover mucho y por lo mismo las cunetas a veces no daban abasto con la cantidad de agua que caía, pero que también era bueno que las taparan por el peligro que pudieran representar, entre una y otra conversación llegamos a la terminal en donde me despedí de ella y agradecer por la ayuda. Muchas gracias de nuevo Adriana!
Al llegar de regreso a San José me quedaba tiempo para visitar de nuevo el sauna me decidí ir de nuevo a Hispalis, pudiendo a ver ido al otro Sauna 100 Celsius por no saber donde quedaba, al entrar de nuevo a Hispalis me tocó andar caminando de un lugar a otro como el martes que habia ido (leer día 3) pero a diferencia de esa vez encontré a un señor alto delgado moreno que me pareció atractivo y yo a él, al entrar en uno de los cubículos decidimos aprovechar el rato para tocarnos sin llegar a nada más, ya que me sentía incomodo en el lugar como nunca había tenido la oportunidad de hacer algo más pero al final logramos pasarla bien y platicar un rato después de haber tenido un encuentro cuerpo a cuerpo.
Al salir de ahí me decidí ir a la Plaza Centrar ya que había visto un Popeyes ahí y quería aprovechar la última oportunidad de comer Popeyes ya que en El Salvador hubo pero ya no ha vuelto haber. En eso decidí cargar mi celular y al terminar decidí irme a Villas del Arco en Ciudad Cariari a pasar la noche sin saber que mi noche iba a tener un rumbo distinto y más candente en la noche. Sin antes caminar la última vez por San José y entrar en modo nostalgia ya que tenía que regresar de nuevo y la ciudad me había gustado, y pensar en mudarme de ciudad y vivir algo nuevo. No pude evitar sentirme lloroso y no querer regresar.
Escribiendo en grindr me encontré de nuevo con el chico que me había dicho cobarde la vez anterior por no tomar un Uber le dije que si me daba chance de ducharme y que luego iba a ver como pedía un Uber para llegar a su lugar a lo cuál me dijo que sí. Llegué a mi cuarto y luego a ducharme para irme limpio allá.
En eso que ya me había cambiado ya no estaba conectado y en eso me puse a ver como pedir el Uber a lo cuál vi que no era tan difícil. En eso me contestó el si ya estaba listo y me decidía pedir el Uber. El cual me llevo más adentro de Alajuela por unos apartamientos bonitos el vivía en la planta baja, al entrar pude notar que era el tipo de hombre con el que me gusta estar delgado, de mi estura o menos y además de buen ver.
En eso empezamos con el acto (contenido algo fuerte + 18 años)....
Nos empezamos a besar y empecé yo como activo y pude subirme encima de él y sentir su piel a la hora de penetrarlo.
Ya al cabo de unos minutos me dijo que me diera vuelta que me quería hacer un beso negro a lo cual ya encendido le dije que sí, fue una de las experiencias más buenas que tuve ya que al igual que estando de activo me pude dejar llevar en el otro rol de pasivo, cuando me hacía el beso negro no había sentido placer más grande que me deje llevar pero a la hora de que le tocaba a el como activo me toco aguantar ya que él había hecho lo mismo.
Al final lo importante de esa escapada antes del viaje del sábado fue que hice lo que quise sin arrepentirme de nada y poder escapar de la rutina.
Al terminar me retire a mi casa a lo cual pedí otro Uber, ya me había hecho un experto en ello.
Al día siguiente ya era poco lo que podía hacer más que revisar que todo estuviera en orden con mi equipaje y abordar el avión de VECA de regreso a San Salvador, con la promesa de regresar pero que no ha sido cumplida aún.
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