En estado grave tras el impacto de una bala de goma


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Una bala de goma disparada en el centro de Madrid ha puesto en serio peligro la vida de una mujer de 54 años. El golpe lo recibió por estar manifestándose, junto a otras miles de personas, en apoyo a los mineros, en la mañana del pasado 11 de julio. Sus familiares, que se han puesto en contacto con DIAGONAL, prefieren que no se difunda su nombre ni el del hospital en el que se está recuperando tras pemanecer ingresada en la UCI del centro en estado grave.
Según relata una familiar, la mujer “entró al hospital andando pero se le desarrolló un neumotórax”. Tuvo que estar entubada y sedada desde el jueves, ya que el impacto de la bala le había dañado hígado y riñones. Como atestigua un vídeo difundido por Internet, la mujer se quedó tendida en la calzada del Paseo de la Castellana tras recibir el balazo, disparado durante la carga de la UIP contra los manifestantes.
Ella había acudido porque se declaraba “entre los que más hartos están de esta situación”, explican sus familares. Actualmente en el paro, no entra en el perfil de “radical violento” que según la delegación de Gobierno causó los disturbios en la manifestación mientras los representantes de CC OO y UGT pronunciaban sus discursos a pocos centenares de metros de los enfrentamientos con la policía.
Es gracias a las imágenes que circulan por las redes sociales (en el vídeo abajo a partir del minuto 1:30) que ahora los familiares esperan encontrar una salida jurídica a esta situación: “estamos en contacto con un abogado, pero necesitamos testigos de lo ocurrido para poder presentar una denuncia”. Para ello, han activado una cuenta de Twitter (@pelotagoma) y una dirección de correo, pelotagomaminera@gmail.com.
Su caso vuelve, una vez más, a centrar la atención sobre el uso por parte de las fuerzas policiales de las balas de goma, denunciado, en Catalunya, por la Asociación Stop Bales de Goma. Según sus datos, desde 1990 en España han perdido un ojo 23 personas a causa del impacto de estas armas, consideradas “no letales”. Sin embargo, en junio de 2011 un documento de la Unión Europea rechazaba esta definición, considerándolas armas letales y especificando que ningún país que no tenga contemplada la pena de muerte debería utilizarlas. La muerte de Iñigo Cabacas, de 28 años de edad, por el impacto de una bala de goma lanzada por la Ertzaintza contra los aficionados en los incidentes producidos en Bilbao tras el partido Athletic-Schalke, reforzó la tesis europea. Y en la huelga general del pasado 29 de marzo, otro joven perdió un ojo por la misma razón. La policía vasca “restringirá” (sic) su uso a partir de enero de 2013, mientras que el Govern catalá deberá presentar antes del 31 de diciembre de este año un informe en el Parlament sobre el uso de balas de goma por parte de la autoridad pública, informaba Europa Press el pasado 5 de julio.


Diagonal Periodico