Más de 2.500 personas toman parte en las protestas contra la cumbre de la OTAN, que arrancará este domingo. Los manifestantes exigen que el dinero gastado en su organización del encuentro sea destinado “para las verdaderas necesidades”.

Millones de dólares invertidos en el nuevo equipamiento policial. Camionetas listas para trabajar como barricadas móviles. Casas rodeadas por murallas, levantadas para proteger las ventanas. La ciudad de Chicago parece estar preparándose al menos para un terremoto de mediana fuerza. Pero en realidad éstas son tan sólo algunas de las previsiones adoptadas para la cumbre de la OTAN.

Protección ‘sin sentido’



“Tenemos un montón de manifestantes pacíficos aquí, y ellos gastaron millones y millones de dólares, tan solo para esta semana. Es absolutamente absurdo”, opina uno de los participantes del movimiento OWS, Sam Molik.

Con las manifestaciones multitudinarias contra la alianza que tienen lugar en la urbe, tales medidas de seguridad resultan inusuales en tiempos de paz.

El investigador internacional Rick Rozoff opina que “se trata de una protesta pacífica, gente pacífica, dedicada a la paz, en contra de un bloque militar, el más poderoso en la historia y ¿los pintan como la fuerza que necesita estar protegido?”.

Incluso los trabajadores de las oficinas del centro de la ciudad, fueron avisados de no vestirse como los manifestantes para evitar hacerse de las fuerzas del orden. Y ya se han reportado detenciones preventivas.

“Ellos rompían las puertas y hacían varias detenciones Creemos que estos arrestos tienen motivos políticos”, afirma James Oewns, uno de los organizadores de la marcha.

‘Es pura basura’



Las demandas de la oposición pacífica no han sufrido muchos cambios. Tampoco surten efecto.

“La OTAN es una organización que ha perdido su legitimidad. ‘Ocupa Chicago’ exige que sea disuelta la OTAN por haber perdido su objetivo. Están gastando dólares de nuestros impuestos para bombardear, destruir y asesinar a civiles en todo el mundo”, sostiene el miembro del comité de prensa del movimiento, Micah Philbrook.

Según otro activista, Sm Molik, “la única razón de que siguen en Afganistán es por los minerales raros y el opio. La única razón por la que invadieron Irak fue el petróleo. Son guerras puramente económicas que se venden al público estadounidense. Es pura propaganda. Es basura”.

Los manifestantes exigen que el dinero gastado en la organización de la cumbre sea destinado para otras necesidades. Las verdaderas necesidades.

"Hay una mayoría pro-paz en EE. UU., que se opone a la guerra, y la OTAN. Tenemos una agenda humana y en una agenda humana no hay lugar para la guerra”, concluye Rozoff.

Pero con el muro que separa a los políticos del pueblo, esta agenda humana fácilmente podría terminar confinada al olvido. RT
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